Desayuno
-...de modo que lo que ocurre contigo -reflexionó la liebre, observando el macilento rostro del león que la tenía entre sus garras- lo que ocurre contigo, a fin de cuentas, es que tienes hambre ¿verdad?
- Exactamente -respondió el león.
Y se la comió.
- Exactamente -respondió el león.
Y se la comió.