QUIEN LES ESCRIBE

HOLA!


Soy Paulina Portal, me dicen Palali, y estudio Periodismo en la UNAB.
la.palali@hotmail.com


un día dije:

Lista de lo que quiero
Aclaración
Soy Palali, la antisocial
Peinando la muñeca
just like that and nothing else
Todo lo mamón de la vida está aquí
Encuentro desencontrado
Requiem bajo el agua

.


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domingo, febrero 08, 2009

Soy Palali, la antisocial

Creo que siempre ha sido igual: me carga la gente. Puede que hoy esté en uno de esos días en los que odio al mundo (y no, no es precisamente debido a mi condición femenina y todo lo que ella implica), pero en realidad siempre ha sido así, y lo repito: me carga la gente. El sólo hecho de "conversar" con personas que no son de mi total agrado, contar qué ha sido de mi vida, preguntar qué ha sido de las suyas, fingir mostrar cierto interés por lo que les pasa, es una de las cosas que más me cargan, junto con andar en metro y pasar la aspiradora, por supuesto.

Por lo general, pocas veces la gente me cae bien, y no sé si es un don o qué (mi mamá dice que es malo), pero cuando conozco a alguien, siempre me doy cuenta en ese momento si ese NN podría llegar a ser mi amigo o no. Y no tiene que ver con si tiene los mismos gustos e intereses que yo, sino en un conjunto de características que impidan que yo llegue a considerarlo como una "persona de mierda".

Algunas de las cosas que hacen que ODIE a la gente son: 
- Cuando son egocéntricas (odio a la gente que se jura mina o inteligente y habla de ello en público)
- Cuando son florero de mesa 
- Nivel de voz muy elevado
- Cuando se ríen de gueás que en verdad no dan risa
- Cuando no se ríen de lo que en verdad da risa
- Cuando son clasistas

Eso y una lista gigante de más cosas que ahora no recuerdo.

Lo más terrible es que con el tiempo he notado que a la gran mayoría de la gente que conozco no les importan esas características al momento de conocer a otros, o al menos no son una barrera que se interpone entre ellos y el resto, y las pasan por alto, llegando incluso a entablar amistades, pese a las personalidades de mierda que tengan sus nuevos amigos.
Lo otro que también pasa es que nunca se dan cuenta de los "defectos" de esas personas, o tan sólo no los ven como "defectos". Eso a veces me desespera, ¿Por qué a mí me tienen que molestar tantas pero TANTAS cosas de las personas, y otros ni siquiera lo notan?

No es que yo busque la perfección en aquellos que quiero como amigos. Simplemente me gusta que ellos tengan un equilibrio entre sus virtudes y defectos, no que practiquen una especie de inconcecuencia consigo mismos y con los aspectos de su personalidad.

La cosa es que esto de que la gente casi siempre me genere un rechazo ha provocado más de una concecuencia en mi vida: que me llamen antisocial, autista, fome, entre otras cosas. De todas formas, creo que ya lo he sabido llevar. Años atrás era más brígido, porque yo me cerraba a esas instancias de "conocer personas nuevas", y para mí era de verdad todo un problema. Me cargaba, porque yo sabía a lo que iba: que todos me cayeran mal y a quedar catalogada como la mina con cara de amargura constante. 
Últimamente me he dado cuenta de que yo tengo que tener el control de esas situaciones, y que no hay nada de malo en conocer igual a esas personas, ya que al final soy yo la que tiene que decidir si quiere seguir viéndolos o no. Y que no saco nada con amargarme porque la gente me cae mal, sino al contrario, ponerme feliz porque al darme cuenta de lo enormemente estúpidos que son gran parte de las personas (y no me refiero a su nivel intelectual), tengo la posibilidad de pelar después con aquellos que también se dieron cuenta de los estúpidos que son. Y eso sí que es divertido.