Muy a menudo y tal como lo hacen gran parte de los seres pensantes, me pongo a (erf) pensar en lo poco que he exprimido mi vida. En verdad creo que la mayoría de mis días me los he pasado sentada frente al pe ce, bajando música o clickeando inútilmente el ratón, o tirada en mi cama durmiendo, porque como muchos saben tengo magíster en siestas.
Bueno, eso lo pienso mínimo 3 veces a la semana. Me da la angustia más grande de todas saber que podría aprovechar mil veces mejor el tiempo. Trato de invocar a ese célebre tópico literario una y otra vez, pero la PAJA me supera, y de nuevo me quedó aquí, consumida por esta pantallita incandecente que no ha hecho más que robarme mi vida hace casi 7 años.
Hoy estaba leyendo mi agenda del año pasado, y creo que fue lo más traumante darme cuenta de lo asquerosamente fome que es ser yo. Es triste asumirlo, pero mi realidad es: despertar, desayuno, transantiago, u, coro, casa, dormir, despertar, desayuno, transantiago, u, coro, dormir. Es como ese comercial del café (creo), donde al final una voz en off le dice a la tipa: ROMPE LA RUTINA. Qué onda que a mi ese comercial me daba pena cuando lo veía, pero es el fiel retrato de miii, y nunca me di cuenta hasta hoy, en un momento como éste: haciendo nada.
Creo que yo un tiempo planié esta forma de vivir, pero sin darme cuenta comencé a llevarla a cabo y alimentarla mucho mucho y es por eso que hoy soy una paja andante.
Pero mañana me voy a la playa y comienzo de nuevo, yupi.
Espérate no más dosmilsosho, que este año te tiro por la ventana
shaa